El Consejo de Ministros del gobierno español ha aprobado recientemente el anteproyecto de ley de memoria democrática. Una ley que se inspira en las directrices de la ONU sobre el derecho a la memoria en los cuatro ejes en que se desarrollan, esto es, verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. Nuestro director, Jordi Palou Loverdos, como experto en la materia y ex director del Memorial Democrático de la Generalitat de Cataluña, ofreció su punto de vista sobre el anteproyecto en una entrevista a «La máquina del tiempo» de Radio Nacional de España (RNE-Ràdio4).
Según explica Jordi Palou Loverdos en esta entrevista, considerando los postulados de la Carta de la Paz dirigida a la ONU el anteproyecto estatal de ley de memoria democrática propone algunos avances en los ejes de la justicia y reparación, ya previsto declarar nulos de pleno derecho los juicios sumarios realizados durante franquismo la dictadura franquista, entre otras medidas. Pero el anteproyecto se queda corto en su alcance en los ejes de establecimiento de verdad y garantías de no repetición, tal y como recomendaba en su informe el relator especial de la ONU, Pablo de Greiff, en su informe «Promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición» realizado tras su visita al estado Español en 2014. no se puede olvidar que España sigue siendo el segundo país (sólo por detrás de Camboya) con más fosas con restos humanos sin identificar.
No se puede olvidar que la memoria es un derecho y que el ejercicio de este derecho es fundamental para reparar el tejido social dañado, tal como se trabaja en el módulo «Superación de abusos del pasado: transmisión de resentimientos, resolución pacífica de conflictos y convivencia social» del Postgrado universitario en Cultura de la Paz, cohesión social y diálogo intercultural UB-FCP de lo que es profesor Jordi Palou Loverdos.
Para mejorar en el establecimiento de la verdad habría que estudiar el establecimiento de una comisión de la verdad para poder conocer y asumir el alcance real de los hechos sucedidos entre el golpe de estado, la posterior Guerra Civil, la represión de la dictadura y hasta después de la muerte del dictador, tal y como recomendaba el relator especial de la ONU. Así como también habría que impulsar iniciativas como las Audiencias Memoriales, un espacio de escucha y respeto de rotura del silencio social ante los ciudadanos y autoridades públicas, donde legitimizar la memoria familiar, la vivencia personal de la guerra y la dictadura y dar espacio para la superación de los resentimientos generados.
Ojalá el debate parlamentario consiga mejorar y enriquecer la iniciativa gubernamental y facilitar el proceso de consideración y de aprobación de la ley de forma que permita asumir de forma serena las sombras individuales y colectivas de nuestro pasado, aprobando medidas que sirvan para transformar resentimientos individuales, familiares, colectivas e históricas que todavía condiciones nuestro presente.
Desde el Parlamento de Cataluña se había dado un paso adelante con la Ley de Memoria Histórica aprobada en 2007 que impulsaba la creación del Memorial Democrático, desde donde Jordi Palou Loverdos inició y liderar el proyecto de las Audiencias Memoriales. Y así se concluye en el informe «Diagnóstico del Plan de derechos humanos de Cataluña Derecho a la verdad, a la justicia, la reparación y las garantías de no repetición» encargado por el Síndic de Greuges. El Parlamento de Cataluña tiene también el reto de aprobar una nueva ley de memoria democrática que permita avanzar en el derecho a la memoria que permita elevar la calidad democrática del país.
La Fundación Carta de la Paz dirigida a la ONU impulsa iniciativas para pacificar entornos y mejorar la convivencia social desde todas sus variantes, trabajando en proyectos de transformación social como el programa Vitamina, proponiendo proyectos de diálogo para afrontar conflictos como el Ser en Paz, o apoyando la reedición de las Audiencias Memoriales para superar resentimientos del pasado.